La corporación japonesa Oki trasladará a mediados de abril sus oficinas centrales para el mercado Iberia dentro del municipio de Alcobendas (Madrid), una medida coincidente con el proceso de reordenación de la filial española que supondrá la clausura de la subsidiaria, aunque manteniendo una estructura dependiente de Oki Europe. De este modo se trasladará desde la actual calle Teide a la de Anabel Segura, perteneciente a este Consistorio madrileño.
La corporación japonesa pretende con la reestructuración de las operaciones en Iberia un ahorro de alrededor de 4.300 MJPY (36 M€) y ha anunciado que espera pérdidas operativas de 9.500 MJPY (79 M€) al cierre de ejercicio (marzo-13) debido al entorno de crisis económica y agravado por el impacto del negocio en España. Esta situación obliga a reformar la estructura de la división de impresión de Oki para retornar a beneficios, en donde está previsto la salida de entre 700 u 800 personas a nivel global, para lo cual ya ha adoptado recientemente el nombramiento de nuevos ejecutivos. En el caso del negocio en España, la decisión acerca de la continuidad de los trabajadores y los activos se tomarán en el periodo comprendido entre abril y junio.
A pesar del cese de las actividades de venta en España, la decisión no afectará al servicio de atención de sus clientes en este país. Con el plan de reestructuración, la empresa, con sede en Tokio, espera retomar la senda de los beneficios en el próximo año fiscal 2013, que concluye en marzo de 2014, para el que prevé un beneficio operativo de 4.000 MJPY (33 M€).