La última Encuesta de Morbilidad Hospitalaria del INE, realizada en 2019, refleja que el promedio de edad de los afectados de DCA está en 73,05 años, alcanzándose el punto más alto en el grupo de edad de entre 75 y 84 años. El 47,5% de los casos corresponden a mujeres y el 52,5% restante a varones, si bien, a partir de los 65 años, los porcentajes se igualan y se dispara la incidencia.
La edad es un factor significativo, pero no el único. En los últimos años, según la OMS, el DCA por ictus ha aumentando un 25% entre las personas entre 20 y 64 años y se estima que en los próximos 25 años la incidencia aumentará un 27% más. De hecho, hoy, el 35% de los afectados por esta patología, principal causa del daño cerebral, está aún en edad laboral, frente al 65,03% de personas en edad de jubilación.
Las causas del daño cerebral son varias, con predominio de los citados accidentes cerebrovasculares (ictus), que representan el 78% de los casos, seguidos de los traumatismos craneoencefálicos, las anoxias (falta de oxígeno en el cerebro), los tumores cerebrales y algunas infecciones. Mientras el ictus predomina entre los mayores, en el resto de causas de DCA el perfil de población es marcadamente joven (69,63% menores de 65 años).
En el último año, algunos especialistas han visto en el Covid-19 una de las causas de accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes, si bien otros motivos, como el consumo de alcohol o tabaco, la obesidad, el estrés y otros malos hábitos están incrementando el número de personas menores de 65 años afectadas.