El mercado de carros y cestas aumentó de forma generalizada su facturación en 2017, con carros cada vez más compactos y cestas de gran capacidad, para adaptarse tanto a las tiendas de conveniencia como a las de mayor superficie. Los dispositivos destinados a personas con movilidad reducida se han convertido en una presencia habitual en los supermercados, mientras comienzan a abrirse camino prototipos inteligentes con aplicaciones innovadoras.
El sector de carros y cestas continúa su tendencia ascendente, que ha llevado a las empresas a disparar sus ventas y a ampliar sus instalaciones en el último año. El aumento ha sido aun más pronunciado en la facturación exclusivamente destinada a la distribución alimentaria, con 64,42 M€ en 2017, frente a los 52,17 M de 2016, un 23,5% más. Creaciones Marsanz vuelve a encabezar el ranking por volumen de ventas con 18,57 M procedentes del negocio de supermercados e hipermercados (según cálculos de Alimarket), pero prevé alcanzar los 30-35 M de facturación total al cierre del ejercicio actual. Entre un 70% y un 75% de esa última cifra corresponderá a distribución alimentaria, mientras que la exportación acaparará entre un 30% y un 35%. La compañía acaba de sacar al mercado, este mes de octubre, dos nuevos modelos de carro de su serie ‘Multigrip’, lanzada en 2015, con volúmenes de 130 y 150 l, “como consecuencia de la excelente aceptación del carro ‘Multigrip’ de 100 l por parte del cliente en los supermercados como sustituto de las cestas, por su comodidad y facilidad de manejo con carga”, como explican desde Marsanz. Los dos nuevos carros suman al diseño ergonómico de la serie varios formatos de mangos, dos modelos de plataformas para la base para sus gamas estándar (STD) y antihurto (AHT) y accesorios como rack extensibles, bandeja inferior o diversidad de colores para adaptarse a la imagen corporativa de las cadenas. Como su antecesor, cuentan con zonas de múltiple agarre, pero aportan un nuevo enrejado en el cesto para aumentar la resistencia del carro y una innovadora empuñadura ‘Mango plus’, disponible en sus versiones de mango redondo, ‘Ergobox’ y ‘Ergogrip’, que incorpora un sistema de agarre ergonómico vertical en los laterales del mango, “que mejora sensiblemente la capacidad de maniobrar el carro de autoservicio con un menor esfuerzo requerido”. Toda la línea permite aunar carros de distintos volúmenes en un mismo supermercado manteniendo una imagen uniforme. La compañía remarca que los carros metálicos con su nuevo formato de base tubular “están experimentando una evolución muy positiva en el mercado, tanto nacional como internacional”, mientras que las protecciones perimetrales plásticas y el acabado mixto con imagen de color en el cesto han tenido buena aceptación en España y en países árabes y del este de Europa. En concreto, dos de los aspectos más valorados son su durabilidad y limpieza. Creaciones Marsanz concluye que “todas estas actuaciones nos han obligado a realizar importantes inversiones”, de más de 2 M, para aumentar en 2.500 m² su superficie de fabricación y almacenamiento, así como para la adquisición de nuevas máquinas y robots.
Araven pone el foco en la innovación
Su inmediata perseguidora, la compañía aragonesa Araven, registró un incremento en su facturación del 35% en el ámbito de la distribución alimentaria, superando los 12 M. En el presente ejercicio, ha puesto en marcha su nuevo Plan Estratégico 2018-2022, que prevé una inversión de 6 M en nuevos productos. Además, está construyendo una nueva sede para la empresa en Villanueva de Gállego (Zaragoza), que incluirá un almacén logístico de 6.800 m² e instalaciones corporativas de 1.300 m². El pasado año comercializó 700.000 cestas y 67.000 carros para la compra, así como cerca de 3,7 M de piezas para hostelería. La exportación representa el 71% de su facturación y ya está presente en 74 países, aunque uno de los más destacados es España, donde logró un crecimiento del 26%. En nuestro país este año “ha conseguido una importante introducción en enseñas novedosas de grandes operadores nacionales, así como en la amplitud de gama en operadores regionales”, como explica la firma zaragozana.
El grupo añade que “sigue una estrategia sólida desde los últimos cuatro años centrada en innovación del producto”. Entre las novedades que ha presentado en los últimos doce meses se encuentra su nueva cesta ‘Shop&Roll 80 L’, destinada a comercios minoristas, con alta resistencia y un volumen real de 80 l (certificado por el Instituto Tecnológico de Aragón), la mayor capacidad alcanzada hasta ahora en su gama de cestas. Dispone de un fondo amplio, plano y sin resaltes, así como una gran boca que facilita la colocación y recogida de los productos por el cliente. Con este modelo la compañía pretende introducirse en sectores en los que está menos presente. También dentro de la línea de equipamiento comercial ‘Shop & Roll’, ha incorporado un accesorio separador al carro ‘Shop & Roll 160 L (que lanzó hace cerca de un año), una cesta multiusos que “por primera vez en la historia se acopla por la cara exterior del carro en lugar de reducir el espacio útil interior” y proporciona 10 litros adicionales de capacidad, que pueden destinarse a alimentos frescos, congelados o botellas de cristal. La compañía subraya que el nuevo accesorio no resta espacio en los establecimientos, porque no implica destinar más metros a la zona de carros de la compra ni afecta a su apilado. Tras este lanzamiento, Araven ha solicitado el reconocimiento de “modelo de utilidad” para el conjunto del carro ‘Shop & Roll 160 L’, “por ser un modelo original, de materiales de calidad y que resuelve las necesidades actuales de las tiendas”. Entre el fin de 2018 y el comienzo de 2019, desarrollará nuevos modelos de carro, con el objetivo de “mantener el liderazgo en innovación dentro del sector”. En cuanto al futuro, señala que “el mercado de carros y cestas tendrá que seguir adaptándose a los nuevos hábitos de consumo, estar al tanto de cómo evoluciona el consumidor hiperconectado y encontrar su propio hueco con fórmulas para el cliente que le atraiga, sorprenda y retenga en el punto de venta”.
Industrias Tomás Morcillo, Carttec y Wanzl disparan su facturación
Por su parte, Industrias Tomás Morcillo (ITM), fabricante de carros y cestas para establecimientos minoristas y mayoristas, con sede en la localidad valenciana de Albuixech, logró el pasado año un crecimiento del 30% en distribución alimentaria y del 44,5% a nivel global. Casi la mitad de la facturación total (4,75 M) procedía de exportaciones, tanto dentro de la Unión Europea (2,75 M) como en Sudamérica, Estados Unidos y Australia (2 M). Para la empresa, este aumento se debe “a la incorporación de nuevos clientes, tanto en el mercado nacional como en el exterior”. Precisamente, para responder al incremento de la demanda de pedidos, la empresa ha adquirido unos terrenos de 20.000 m2 en el mismo polígono en el que se encuentra su planta actual (de 15.000 m²), con el objetivo de ampliarla. La operación, que supondrá una inversión de 5 M repartidos entre 2017 y 2018, incluirá también la instalación de nueva maquinaria para incrementar su capacidad productiva. Este año destinará concretamente 2,5 M a cuatro inyectoras, un centro de mecanizado y moldes. A día de hoy, ITM tiene en circulación aproximadamente 425.000 carros y 250.000 cestas. La última novedad que ha presentado es el carro cesta modelo ‘B75 High Roller’, con 75 l de capacidad y tres asas (una delantera y dos laterales), diseñado “como alternativa a la cesta tradicional de supermercado”. A este se añadirá, ya a principios de 2019, un nuevo carro de plástico con 180 l de capacidad. La firma valenciana considera que en el futuro este material acelerará la sustitución del metal con modelos “más ligeros, rentables y de menor impacto ecológico”. En su opinión, el sector “seguirá en expansión a nivel global, aunque con diferencias según regiones”. En cuanto al impacto de la venta online, cree que “probablemente se reflejará en la cantidad de carros que tengan disponibles los comercios, pero será un proceso paulatino que a corto plazo tendrá poca incidencia”.
Aun más espectacular ha sido el ascenso de las ventas de la compañía madrileña Cart Technology (Carttec), de cerca del 63% en supermercados e hipermercados, que como en el caso de la valenciana se debe al aumento de su cartera de clientes. Además, en 2018, espera duplicar la facturación total y alcanzar entre 18 y 20 M. La firma, que trabaja desde hace años con cadenas como Mercadona, Lidl, Carrefour, Covirán y Alcampo, continúa con la implantación paulatina de los carros y cestas de polipropileno. Para la empresa, a partir del próximo año, la prioridad es “la internacionalización de la marca con la presencia de productos Carttec en África, Oriente Medio y el sudeste asiático como principales localizaciones”. Asimismo, ha apostado por un aumento de la inversión en I+D+i y está desarrollando un nuevo carro “de alto valor tecnológico con vistas a que se presente en 2020”.
También la filial española del grupo alemán Wanzl ha registrado un aumento de su facturación en el sector de carros y cestas de más del 11%. En 2018 espera incrementar el número de carros vendidos de los 8.700 del pasado año a los 10.000 en este ejercicio. En el presente año, ha incorporado a la gama de carros de autoservicio ‘Salsa’, galardonada con el premio al diseño ‘German Design Award 2018’ en la categoría de ‘Diseño de Producto excelente’, nuevos modelos de 95, 150 y 200 l, este último especialmente dirigido a grandes supermercados e hipermercados. Se trata de dispositivos silenciosos, tanto cuando se desplazan por la tienda como en el apilado y desapilado de carros, dotados de una rejilla inferior y una bandeja para cajas que incrementa su capacidad de carga. La cesta está fabricada en plástico apto para el contacto con alimentos y resistente a ácidos, bases y detergentes, además de al efecto de las inclemencias meteorológicas (como radiación ultravioleta, nieve, hielo o aire salino del mar). Asimismo, su unidad de mango ‘Promobox Plus S-Grip’ dispone de accesorios como soportes para vaso y para escáner. Para Wanzl, “el carro de autoservicio es la tarjeta de visita del supermercado”, lo que les ha llevado a proporcionar un paquete que junto al mantenimiento y cambio de piezas incluye un servicio de limpieza, ya que, según un estudio internacional del Rheingold Institute, la suciedad de los carros y cestas puede disuadir a los clientes a la hora de seleccionar un supermercado. La firma ha señalado a Alimarket tres aspectos que han caracterizado el mercado en los últimos meses: la cada vez mayor presencia del plástico en la fabricación de carros (tanto híbridos como totalmente de plástico), la convivencia de carros pequeños (100 l) con otros de mayores dimensiones (150 l) y el empleo de cestas con mayor capacidad (hasta 60 l). Respecto a lo que marcará el futuro del sector, destaca “el uso de aplicaciones de smartphones para la gestión de compras y pago por parte del cliente”, junto a ”la conexión inalámbrica entre el carro de compra y la tienda para el cruce instantáneo de información y datos (stock, utilización y gestión de carros)”.
Shopping Basket cumple diez años con nueva fábrica
Otro de los movimientos destacados del último año afecta a la fabricante catalana Shopping Basket, que ha celebrado su décimo aniversario inaugurando sus oficinas en el centro de Barcelona y una fábrica de más de 44.000 m² en Martorelles (también en Barcelona). Coincidiendo con esta fecha, ha renovado su catálogo y su página web, además de transformar su identidad visual “con un logotipo más moderno, joven y con un nuevo concepto, Carry Everything, que resume todo lo que hacemos, es nuestro ADN”, como ha explicado la compañía a Alimarket. Su lanzamiento estrella en 2018 ha sido ‘Bravo’, su primer carro compacto de 110 l con chasis monobloque, que proporciona una alta resistencia, y un diseño ergonómico con un amplio fondo plano. Las cuatro ruedas giratorias están dotadas de doble rodamiento y “garantizan un perfecto movimiento 360º, incluso cuando está completamente cargado”. Junto a ‘Bravo’, este ejercicio, ha presentado su carrito plegable ‘Practik’, para que el usuario lo traiga desde casa doblado y evite el uso de bolsas de plástico, que permite transportar hasta 40 kg. Pero este año ha sido además el de la consolidación de ‘Superbond’, la cesta vertical monobloque “más grande del mercado”, según la empresa, con 91 l de capacidad, y que desde su lanzamiento en 2017 “se ha convertido en un éxito de ventas”, tanto en la distribución alimentaria como en el sector non food. A ello ha contribuido la proliferación de tiendas de proximidad en los centros de las ciudades, lo que exige que las cestas combinen su alta capacidad con unas dimensiones reducidas para poder operar en pasillos estrechos. Shopping Basket prevé finalizar 2018 “con un fuerte crecimiento en nuevos mercados como Latinoamérica y Oriente Medio, sin obviar el tradicional mercado europeo”, alcanzando una facturación de 5 M, que aumentarán a 6 M en 2019, impulsados por las ventas de ‘Bravo’.
En el caso de la fabricante de cestas Vale y Tino, con sede en Moraleja de Enmedio (Madrid), sus ventas alcanzaron 1,3 M en 2017 y prevé que en el presente ejercicio desciendan ligeramente hasta los 1,1 M. El pasado año, invirtió 500.000 € en la renovación de dos maquinarias, una de impresión digital y una cortadora a láser de metacrilato. La compañía puso en circulación 140.000 cestas en 2017, mientras que este año la cifra se reducirá a 125.000. Según ha explicado a Publicaciones Alimarket, sus dispositivos se adaptan al interior de supermercados de pequeño tamaño y están equipados con ruedas de baja sonoridad.
El carro y la cesta entrecruzan sus caminos
La extensión de las tiendas de conveniencia, entre otros factores, ha influido en que la línea que separa un formato de otro se difumine, de tal forma que, como señala Araven, “las cestas han ido ganando capacidad y se convierten en pequeños carros”, mientras que “los carros se convierten en grandes cestas elevadas”. Además, los fabricantes ya no se dedican en exclusiva a uno u otro producto, sino que trabajan con ambos. Para Creaciones Marsanz, tras un periodo de crisis y compras más reducidas, “el carro de autoservicio empieza nuevamente a ser el protagonista de los establecimientos en detrimento de las cestas que se pusieron de moda en aquellos momentos”. La empresa madrileña estima que “la comodidad en la realización de la compra con carros de tamaño medio y su realización de forma racional, sin necesidad de grandes cargas, van a determinar los formatos de carros a medio plazo”, aunque al mismo tiempo “algunas cadenas de distribución han compatibilizado los formatos de pequeño volumen con formatos de gran volumen, eliminando las cestas, y eso les está dando muy buenos resultados”. Por su parte, Vale y Tino destaca la demanda de cestas de mayor volumen, pero augura que “no habrá un prototipo estándar, sino que se fabricarán cestas adaptadas a los metros de las superficies comerciales”.
Los dispositivos se adaptan a las personas con movilidad reducida
Pero si hay un campo en el que las distribuidoras muestran un mayor interés es la adaptación de sus soluciones de transporte a las personas con necesidades especiales (ancianos, discapacitados, embarazadas, etc.). Un ejemplo de ello es el lanzamiento por Cencosu-Spar Gran Canaria, franquiciado maestro de Spar en la isla, en agosto de 2018, de un nuevo modelo de carro de la compra, que incorpora un asiento para adultos y niños de más de tres años y que soporta hasta 113 kg de peso. Este formato, denominado “Carro amable”, dispone de arnés de sujeción, reposapiés y dispositivo de inmovilización para el traslado del pasajero, además de mantener una capacidad de carga para la compra de 98 l, similar a la de un carro tradicional. La implantación del nuevo carro se hará de forma progresiva en aquellas tiendas que cuenten con una superficie suficiente y/o se ubiquen en zonas con más población de edad avanzada. El objetivo de la iniciativa es “impulsar elementos que hagan cada vez más inclusivo el proceso de compra”.
En la misma línea, la mayoría de las grandes distribuidoras, como Carrefour o Auchan, incorporan carros adaptados a personas con movilidad reducida. En el caso de la cooperativa granadina Covirán, ofrece un carro que se ancla directamente a las sillas de ruedas y que se suma a otras medidas de accesibilidad, como el elevador de cestas, en el que fue pionera a nivel nacional hace ya un lustro. Gracias a estas iniciativas, fue también la primera cadena que recibió la certificación nacional Aenor como centro de accesibilidad universal en su supermercado de la ‘Plaza de la Ilusión’ de Granada.
Entre los fabricantes, Creaciones Marsanz también cuenta con formatos específicos para discapacitados, equipados con “sistemas de anclaje a los distintos formatos de sillas de ruedas que hay actualmente en el mercado”. Lo mismo hace Wanzi, que, además de carros específicos para usuarios de sillas de ruedas (‘PMR’), dispone del carro de autoservicio ‘Sedo’, con asiento integrado, portabastón y sistema de parada automática, para personas que necesitan “descansar” durante la compra, y los denominados ‘Ben’s Cart’ y ‘Caroline’s Cart’, el primero con un asiento para niños con discapacidad de hasta 35 kg y una quinta rueda que facilita el movimiento por el supermercado, mientras que el segundo permite transportar a personas con necesidades especiales de entre 35 y 113 kg, manteniendo una capacidad en la cesta de 98 l para la compra.
La ergonomía mantiene su relevancia
La facilidad de uso es otra de las prioridades en el desarrollo de carros y cestas para las compañías, como ocurre con el nuevo modelo de tienda eficiente que está implantando Mercadona desde finales de 2016, que dispone de un carro de 200 l (de Industrias Tomás Morcillo) y otro de 100 l tipo cesta (de Creaciones Marsanz), “mucho más ergonómicos y ligeros”, según la cadena, o el carro “facilitador de la compra” de Covirán, cuyo asa perimetral hace posible manejarlo desde cualquiera de sus lados. También Araven sigue estos criterios, aplicando a sus productos “geometrías y espesores que los hagan más ligeros y menos cargados para el usuario; ruedas que faciliten la conducción; asas de gran anchura en cestas para empujar a dos manos; regulación del asa en altura para que sean soluciones polivalentes; paredes y asas que no sobresalgan del plano vertical y asideros laterales integrados que ayuden al apilamiento sin esfuerzo”. En el caso de Creaciones Marsanz, la ergonomía se aplica al desarrollo “tanto de los carros de autoservicio como a los de reposición adaptados para del trabajo diario del personal en el centro de trabajo”. Finalmente, Wanzl apuesta con su ‘Mango Confort’ por una forma que “se adapta a la geometría interna de palmas y dedos y transmite de forma óptima las fuerzas de empuje y de giro”, mientras que el mango ‘Promobox Easy2Take’ mantiene la posición natural de la mano respecto al antebrazo, gracias a su diseño vertical, lo que permite a sus usuarios “manejar de forma sencilla incluso un carro de autoservicio muy cargado”.
Los carros inteligentes empiezan a ser una realidad
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Salamanca han llegado más lejos al desarrollar un carro inteligente y autónomo, que sigue al usuario y registra los alimentos que se adquieren, para ir calculando su coste e incluso aportar detalles nutricionales o de otro tipo, a través de tecnología de reconocimiento de imágenes, sensores RFID y Bluetooth. Fuera de España, una idea similar ha sido también presentada este mismo año por la cadena surcoreana de supermercados E-mart. Se trata del carro de la compra ‘Eli’, diseñado y fabricado por la empresa valenciana de robótica Robotnik, con funciones como navegación autónoma, seguimiento del cliente por la tienda, localización de productos, evitación de obstáculos y pago automático. ‘Eli’ es un robot móvil colaborativo, lo que implica que está capacitado para procesar información sensorial y operar de forma eficiente y segura en un espacio como los supermercados, donde debe convivir con numerosos clientes. A largo plazo, Robotnik espera trasladar el modelo a otros países.
Con ese mismo objetivo de proporcionar ayuda a los consumidores, la multinacional estadounidense Walmart ha presentado este año una patente de un sistema que obtiene datos biométricos del usuario, mediante sensores en el asa de agarre, para alertar a los empleados del establecimiento en caso de que requiera algún tipo de asistencia. Este dispositivo mide datos como el ritmo cardiaco y la temperatura corporal (en varios momentos de la compra para establecer una comparativa) y los combina con la velocidad a la que circula el carro y la presión que el cliente ejerce sobre el asa. Cuando se produce una variación significativa en estos parámetros los empleados de la tienda reciben una notificación (que se transmite a través de una antena, un router wireless u otro sistema). Además, a partir de los datos recibidos el dispositivo puede calcular el nivel de estrés del usuario y determinar la causa de que aumente (por ejemplo, si el consumidor tiene que esperar en la zona de cajas). Para ello, presta atención a otros factores como la temperatura y el ruido de la tienda, si las ruedas funcionan correctamente o el peso del carro y su localización por el establecimiento, para analizar su influencia en el resto de variables. En el documento que ha aportado Walmart a la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (United States Patent and Trademark Office), la compañía explica que este proyecto podría configurarse para contrastar los datos de varios usuarios, lo que permitiría saber si aumenta la frecuencia cardiaca de los compradores cuando pasan por determinadas zonas de la tienda, se incrementa la afluencia de clientes, se escucha cierta música en la megafonía, etc. De esta forma, el establecimiento podría tomar medidas para mejorar la experiencia de compra e investigar las causas de la insatisfacción de sus clientes. No obstante, deja claro que los datos recabados por cada carro no están asociados a un usuario específico y además se borran cuando finaliza el proceso de compra. Incluso avanza la posibilidad de que el sistema pueda captar la información de varios usuarios simultáneos de un mismo carro y registrarla por separado, así como recopilar otra información biométrica como la sudoración, suavidad o tamaño de las manos y el consumo de oxígeno.