El pasado mes de enero, el Consejo de Ministros aprobaba el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una norma que se encontraba ya en el Senado durante la pasada legislatura, pero que decayó por la disolución de las Cortes Generales. Esta segunda oportunidad para la Ley vendrá a imponer obligaciones específicas a los agentes de la cadena alimentaria y, adicionalmente, va a consolidar la oportunidad de negocio que vienen explotando distintos actores B2B y B2C involucrados en la gestión de excedentes, así como a impulsar la aparición de nuevas iniciativas que proponen innovadores modelos para acabar con esta lacra de nuestro sistema alimentario, como las protagonizadas por Ostras y Remolonas Foods.