La multinacional norteamericana Kraft Foods r edujo sus beneficios en 2011 en un 14,3%, hasta los 3.527 M$, si bien su facturación neta creció un 10,5% hasta alcanzar los 54.365 M$.
Estas cifras van acompañadas de un crecimiento en las ventas en todas sus áreas geográficas, si bien, los avances en Europa y en los países emergentes fueron los más significativos. En el continente europeo, el crecimiento fue del 14,9%, mientras que en las economías en vías de desarrollo se registró un incremento del 16,2%. Más contención mostraron las ventas en los EE.UU., donde avanzaron un 5,1%.
Para Irene Rosenfeld, presidenta de Kraft Foods, estos datos reflejan que el negocio está “más saludable que nunca, fruto de la disciplinada ejecución de la estrategia marcada por la compañía en los últimos años”. De hecho, para 2012, las previsiones de crecimiento que baraja Kraft Foods también son positivas, si bien, de momento, son muy contenidas y se mantienen en el 5%.
Junto con la presentación de resultados, durante la rueda de prensa que ofreció Rosenfeld, ratificó el proyecto de la compañía de escindirse en dos sociedades cotizadas independientes. La primera englobaría el negocio mundial de snacks mientras que en la segunda quedaría encuadrado el negocio de productos de alimentación tradicionales de Norteamérica. Esta operación, tal y como puso de manifiesto Rosenfeld, llevará aparejada costes de transición que la compañía estima que oscilarán entre 1.600 y 1.800 M$. Al mismo tiempo podría generar un coste adicional de entre 400 y 800 M$, por la indemnización derivada de la ruptura del acuerdo sobre la deuda que mantiene en la actualidad la compañía, toda vez que esta deuda pasaría a la sociedad norteamericana.