Cuando al principio del reportaje se mencionaba que las empresas de final de línea están buscando ampliar al máximo posible su catálogo para ofrecer un portfolio de productos más amplio al cliente, el perfil de equipos que se buscan es, mayoritariamente, de cerrado. Es una forma relativamente fácil de mejorar los servicios de la compañía, ya que es una tecnología asequible y que complementa bien otros equipos. Por lo general, los fabricantes de formadoras de cajas suelen incluir desde hace tiempo equipos de cerrado, ya que son dos productos muy ligados el uno al otro. En cuando a las etiquetadoras, la situación es más compleja por la amplitud de este segmento. Por un lado están los fabricantes de embotelladoras, que suelen montar líneas monobloc o tribloc incluyendo esta fase del final de línea o, en su defecto, comercializan etiquetadoras como complemento a sus equipos. Por otro lado, están las firmas dedicadas a codificación y marcaje, compañías que forman parte del segmento de final de línea pero que al tener entidad y reportaje propio en las páginas de la Revista Alimarket, se excluyen de este informe. Descontados estos dos grupos, sólo una firma se dedica puramente al sector del etiquetado: Talleres Pupar, compañía que en este ejercicio está focalizando muchos de sus esfuerzos a abrir nuevos mercados más allá de sus destinos tradicionales (Francia, México, EE.UU. y Portugal).
Pese a la dificultad por tanto de acceder a un segmento como el etiquetado, dos compañías vinculadas al sector del envasado (tanto termoformado como termosellado) como son Multivac y Equipos para Manutención y Obras (Emo) han desarrollado una línea de negocio propia en este campo. En el caso de Multivac, con una gama tanto de embandejadoras y robots de encajado, como líneas de etiquetado; en el de Emo, a través de su representada para este sector ‘ELS’. En cuanto a los operadores locales, en casi todos los casos se trata de firmas con poca presencia en estos sectores.
Renovación constante
Las excepciones, aquellas compañías realmente interesadas en este campo, optan en su mayoría por realizar inversiones en I+D para lanzar nuevos equipos. Es el caso de Gemini Sistemas de Embalaje, filial del grupo italiano Comarme que ha ejecutado desembolsos por valor de 260.000 € entre 2010 y 2011. En su caso, aunque una de sus especialidades es el precintado, en las dos últimas campañas ha centrado sus esfuerzos en innovación en el desarrollo de nuevos sistemas monobloc bag-in-box (su próximo lanzamiento en este campo se prevé para finales de este año), así como sistemas de encajado automáticos. Por su parte, Rusan Construcción de Maquinaria, que en 2001 desembolsará 300.000 € en estas mismas labores, lanzará a lo largo de este ejercicio dos nuevos equipos de etiquetado para sus gamas ‘Darwin’ (líneas modulares) y ‘Galilei’ (multifunción).
Cabe mencionar dentro de este capítulo la salida del mercado de STE Packaging Engineering, compañía que incluía en su catálogo la representación de varias marcas de final de línea y que cesó actividad el pasado ejercicio; y Sistemas Etiquetaje y Embalaje, que cerró sus puertas a principios de este año, aunque, según fuentes de la compañía, su marca de etiquetadoras ‘Tatxa’ sigue siendo fabricada por una tercera empresa cuya razón social no ha trascendido.
El ensacado sale al exterior
En cuanto al ensacado, se trata de un sector que propiamente no pertenece al campo de final de línea (estaría a medio camino entre el envasado para gran consumo y el industrial), pero con el que hay una estrechísima relación. Es además un tipo de industria netamente español, donde la mayoría de las empresas son fabricantes y que, aunque ha sufrido un duro revés por la caída de la construcción residencial en nuestro país en los últimos dos ejercicios, ha sabido mantener el tipo gracias a su buen nivel técnico y al aceptable comportamiento de sectores como la alimentación, la química o los abonos. Precisamente también por estas circunstancias, el sector ha contado por lo general con más fondos para desarrollar sus propios proyectos. Uno de ellos es el de la guipuzcoana Elocom, que tiene previsto invertir en el presente curso unos 500.000 € destinados principalmente a mejoras de control, programación y técnicas de sus propios equipos.
La leridana Técnicas Mecánicas Ilerdenses completó el pasado ejercicio una inversión de 2 M€ con objeto de ampliar sus instalaciones de 700 m2 a 2.250 m2. Para esta campaña, dos años después de comenzar a fabricar sus propias líneas de ensacado, prevé incorporar a su catálogo una serie de ensacadoras especiales para productos en polvo y para sacos de válvula. La firma líder de este campo, la también leridana Payper, prevé invertir 500.000 € en este ejercicio después de desembolsar 350.000 € en el pasado. La inversión de 2011 servirá, una vez más, para labores de I+D y la apertura de su segunda filial comercial, que está ubicada en una localidad próxima a Bombay (India). También en las dos últimas campañas ha lanzado novedades como la nueva ‘PFG10’ para productos en polvo, que alcanza velocidades de hasta 2.000 sacos/h, o la ‘CSA 105’ para clientes que usen sacos de rafia y que necesiten producciones de hasta 1.500 ud./h.
El otro perfil de empresa presente en el sector del ensacado es la importadora. En este campo destacan firmas como Luciano Aguilar, que comercializa los equipos de la firma ‘Essegi’ y, hasta 2009, de la italiana ‘Concetti’. Dicha referencia pasó a ser asumida a principios del pasado año por Representaciones Imco, compañía que en lo últimos meses ha realizado un sprint incorporando nuevas marcas tanto de envasado (‘AL.MA’, ‘Rontech’) como de procesado (‘FPE’, entre otras). Por último, cabe mencionar a la irundarra Boga Técnica, importadora de equipos de ensacado de boca abierta, bobina de lámina y tubular que en cuatro años ha sabido hacer un hueco en el mercado gracias a la representación de sus marcas ‘Umbra Packaging’ y ‘PKT’.