La multinacional de mensajería y paquetería urgente UPS ha presentado sus cuentas correspondientes al ejercicio 2012. En ellas, destaca el tímido avance de su facturación, un 1,9%, hasta alcanzar los 54.127 MUSD (39.600 M€), mientras que su benficio neto se situó en 807 MUSD (591 M€), lo que supuso una reducción del 78% respecto al año anterior.
Sin embargo, este drástico descenso se debió, mayoritariamente a que en el último trimestre del año tuvo que hacer frente al pago de 3.000 MUSD en concepto de planes de pensiones y otros beneficios para sus trabajadores y jubilados, que se elevaron más de lo previsto. De hecho, durante ese periodo tuvo pérdidas de 2.780 MUSD, frente a los beneficios de 2.020 MUSD del mismo periodo de 2011. Asimismo, en el último cuarto del año, alcanzó una facturación de 14.570 MUSD (+2,8%).
Por zonas, el mercado doméstico se incrementó un 3% en el último trimestre, hasta 8.930 MUSD, el doble que el negocio internacional que avanzó un 1,5%, hasta los 3.200 MUSD, aunque el grupo destaca el crecimiento en Asia y Europa (+5,5%). Igualmente, UPS pone en relieve el avance de su división de Supply Chain y Freight, que alcanzó un volumen de negocio de 2.440 MUSD entre octubre y diciembre (+4,3%).
De cara a 2013, la multinacional con sede en Atlanta (Georgia), espera obtener "unos resultados consistentes, con crecimiento de los beneficios operativos en todos los segmentos, alcanzando unas ganancias por acción de entre los 4,8 USD y los 5,06 USD.
¿Fin a una difícil etapa?
Las cuentas de 2012, con el considerable descenso de los resultados y el modesto avance de la facturación, parece ser la guinda de un año muy complicado para UPS, que apostó muy fuerte por la compra de su rival TNT Express con la oferta lanzada en febrero y que ha tenido que renunciar a ella ante la oposición de la Comisión Europea a la operación.
En España, donde aún quedan varios meses para conocer los resultados de sus filiales United Parcel Service España y UPS SCS Spain, el año ha estado marcado por el intento de venta de su centro de distribución en Vallecas (Madrid), que fue rechazada por los tribunales a finales de 2012.
