Tras unos primeros días de caos, compras masivas y miedo a problemas de desabastecimiento en la cadena de suministro, la actividad logística de la industria de alimentación y gran consumo parece haber vuelto a un periodo de relativa estabilidad. Aún así, tanto fabricantes como retailers han tenido que hacer cambios en su operativa para garantizar la distribución y hacer frente a los problemas del día a día.
