Los carros inteligentes empiezan a ser una realidad
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Salamanca han llegado más lejos al desarrollar un carro inteligente y autónomo, que sigue al usuario y registra los alimentos que se adquieren, para ir calculando su coste e incluso aportar detalles nutricionales o de otro tipo, a través de tecnología de reconocimiento de imágenes, sensores RFID y Bluetooth. Fuera de España, una idea similar ha sido también presentada este mismo año por la cadena surcoreana de supermercados E-mart. Se trata del carro de la compra ‘Eli’, diseñado y fabricado por la empresa valenciana de robótica Robotnik, con funciones como navegación autónoma, seguimiento del cliente por la tienda, localización de productos, evitación de obstáculos y pago automático. ‘Eli’ es un robot móvil colaborativo, lo que implica que está capacitado para procesar información sensorial y operar de forma eficiente y segura en un espacio como los supermercados, donde debe convivir con numerosos clientes. A largo plazo, Robotnik espera trasladar el modelo a otros países.
Con ese mismo objetivo de proporcionar ayuda a los consumidores, la multinacional estadounidense Walmart ha presentado este año una patente de un sistema que obtiene datos biométricos del usuario, mediante sensores en el asa de agarre, para alertar a los empleados del establecimiento en caso de que requiera algún tipo de asistencia. Este dispositivo mide datos como el ritmo cardiaco y la temperatura corporal (en varios momentos de la compra para establecer una comparativa) y los combina con la velocidad a la que circula el carro y la presión que el cliente ejerce sobre el asa. Cuando se produce una variación significativa en estos parámetros los empleados de la tienda reciben una notificación (que se transmite a través de una antena, un router wireless u otro sistema). Además, a partir de los datos recibidos el dispositivo puede calcular el nivel de estrés del usuario y determinar la causa de que aumente (por ejemplo, si el consumidor tiene que esperar en la zona de cajas). Para ello, presta atención a otros factores como la temperatura y el ruido de la tienda, si las ruedas funcionan correctamente o el peso del carro y su localización por el establecimiento, para analizar su influencia en el resto de variables. En el documento que ha aportado Walmart a la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (United States Patent and Trademark Office), la compañía explica que este proyecto podría configurarse para contrastar los datos de varios usuarios, lo que permitiría saber si aumenta la frecuencia cardiaca de los compradores cuando pasan por determinadas zonas de la tienda, se incrementa la afluencia de clientes, se escucha cierta música en la megafonía, etc. De esta forma, el establecimiento podría tomar medidas para mejorar la experiencia de compra e investigar las causas de la insatisfacción de sus clientes. No obstante, deja claro que los datos recabados por cada carro no están asociados a un usuario específico y además se borran cuando finaliza el proceso de compra. Incluso avanza la posibilidad de que el sistema pueda captar la información de varios usuarios simultáneos de un mismo carro y registrarla por separado, así como recopilar otra información biométrica como la sudoración, suavidad o tamaño de las manos y el consumo de oxígeno.