El carro y la cesta entrecruzan sus caminos
La extensión de las tiendas de conveniencia, entre otros factores, ha influido en que la línea que separa un formato de otro se difumine, de tal forma que, como señala Araven, “las cestas han ido ganando capacidad y se convierten en pequeños carros”, mientras que “los carros se convierten en grandes cestas elevadas”. Además, los fabricantes ya no se dedican en exclusiva a uno u otro producto, sino que trabajan con ambos. Para Creaciones Marsanz, tras un periodo de crisis y compras más reducidas, “el carro de autoservicio empieza nuevamente a ser el protagonista de los establecimientos en detrimento de las cestas que se pusieron de moda en aquellos momentos”. La empresa madrileña estima que “la comodidad en la realización de la compra con carros de tamaño medio y su realización de forma racional, sin necesidad de grandes cargas, van a determinar los formatos de carros a medio plazo”, aunque al mismo tiempo “algunas cadenas de distribución han compatibilizado los formatos de pequeño volumen con formatos de gran volumen, eliminando las cestas, y eso les está dando muy buenos resultados”. Por su parte, Vale y Tino destaca la demanda de cestas de mayor volumen, pero augura que “no habrá un prototipo estándar, sino que se fabricarán cestas adaptadas a los metros de las superficies comerciales”.